La vida es un milagro

Impresionante peli del genio-ídolo máximo Emir Kusturika. Un revoltijo de sensaciones, una orgía para los sentidos (es un lugar común, ¿y que? jaja, para eso es MI blog)... y muchas, muchas escenas increíbles. Historia de encuentros y desencuentros; locuras, torpezas y algarabía. Perfecta combinación de absurdo y tragedia. Como para volver a creer realmente que la vida es un milagro.
Amantes en pelotas rodando envueltos en una colcha roja -o bordó, o porai- por la pradera bosnia; una camilla navegando por los pasillos de un hospital cual montaña rusa con los mismos amantes -antes de serlo- embriagados de vértigo. Una burra enferma de amor que espera parada en medio de la vía a que pase el tren. Y llora también, la burra (y yo).
Caramelos aparte, otros momentos: tremendo bombazo al alcahuete de turno mientras se hace la paja por teléfono satelital en el túnel del tren. Dos poderosos -milico y alcahuete- colgados de un vagón (o locomotora, no me acuerdo), haciendo palomita con los brazos abiertos tipo avioncito y tomando merca servida en las vías; la nariz completamente blanca, señores!. El culo de la blonda protagonista haciendo de blanco perfecto detrás de un árbol y demás etcéteras.
Entre los estallidos de la guerra, la música de la No Smoking Orchestra: maravillosa, exacerbada, embriagadora.
¿Qué más se puede pedir para un lunes a la noche? Larga vida a Kusturika.